Sabemos que nuestro crecimiento sostenido es el reflejo del trabajo y el compromiso de cada una de las personas que forman parte de la compañía. Nos esforzamos para que el grupo FERNANDEZ FORTINO sea un estilo de vida y que la empresa constituya más que un lugar de trabajo. El respeto a la dignidad de las personas caracteriza a todas nuestras acciones.
La época de los hombres providenciales e imprescindibles ha quedado atrás. Debemos trabajar en equipo y, a través de la delegación, acercar la decisión a la acción.
Tenemos que tomar conciencia de que las diversas áreas, cuando requieren o prestan servicios unas a otras dentro de la empresa, asumen entre sí el rol de clientes y proveedores internos. En esta relación debemos poner el mismo empeño y esmero que pondremos para satisfacer las necesidades del cliente externo.
Debemos exigirnos disciplina y comportamientos coherentes con los valores que acabamos de enunciar. En esto tenemos que ser inflexibles porque hace a la esencia de lo que queremos ser.